RELATO DE UN PROFESOR CLANDESTINO
Son las 12 del mañana,
puedo saberlo por un reloj de pared que no deja de avanzar.
No sé dónde me encuentro, tan sólo soy capaz de
concentrarme en unas voces de fondo que no dejan de repetir, ¡Ha funcionado! Ni
tan siquiera sé a qué se refieren. Me doy cuenta de que estoy tumbado dentro de
una cápsula de cristal. -¿Qué hago aquí?- pienso. Cuando de repente, empiezo a
notar que se está abriendo. Las voces humanas que escuchaba al principio, se
acercan, pudiendo contemplar una mueca sonriente y una expresión de
satisfacción en sus rostros. Vuelven a repetir -¡Ha funcionado!- Sus caras me
resultan un tanto extrañas, no sabría describir muy bien por qué, pero hay algo
en ellas que me resulta familiar a la vez que desconocido. Sus gestos son muy
mecánicos, muy bruscos y en sus manos y su tez ni una sola arruga. Todo muy
extraño. Me decido a salir de la cápsula, necesito hacer tantas preguntas… ¿Quiénes
son?¿Por qué estoy aquí?¿Dónde está mi familia?¿Cuánto tiempo he estado
así?...Ante mi angustiada situación, me aconsejan que me relaje y me siente,
pues he pasado muchos años en la cápsula y mi cuerpo necesita acostumbrarse de
nuevo a respirar, andar, oler… - Todo a su tiempo-, me dicen. No comentan nada
más. Tras sentarme durante unos minutos, comprueban que mi organismo funciona
correctamente y uno de los individuos deja caer su mano sobre mi frente. Un
ligero cosquilleo recorre todo mi cuerpo y de repente, empiezo a visualizar imágenes
y momentos de mi vida: mi mujer, mis hijos, mi familia, mi trabajo…pero no
acaba ahí. Una imagen en la que aparece el nombre de LEÓNIDAS detalla las bases
de un proyecto educativo, en el que varios docentes escogidos al azar han sido
encapsulados durante 10 años. El objeto de estudio del proyecto era mantener
vivos a 500 docentes de diversas materias con el fin de rescatar la educación. Hasta
donde llega mi memoria, las cosas estaban avanzando mucho. Todos los alumnos
contaban con dispositivos informáticos en las aulas, las TIC se estaban
convirtiendo en nuestro mejor aliado. No recuerdo más. Al parecer algo ha
sucedido. Respiro, y durante unos segundos, un bombardeo de imágenes me desvela
la gran catástrofe. La educación pública ha dejado de existir. Empresas
punteras se han hecho con el control de la información y ahora, en el 2030,
todo individuo que quiera acceder a la educación, debe comprar un pequeño
dispositivo que recoge y cuenta con toda la información. Ha desaparecido la
figura del docente, los colegios, los alumnos…todos son autodidactas y
autónomos. Eso sí, el coste del dispositivo no es accesible a cualquier
bolsillo. Manifestaciones y manifestaciones año tras año. Las clases sociales
son cada vez más evidentes y parece que la situación se ha convertido en una
continua lucha de clases sociales. Los bolsillos más poderosos se niegan a
retroceder y volver al pasado. “La educación no está al alcance de todos”, ese
es su lema. Sin embargo, las familias más humildes aclaman la vuelta a una
sociedad de derechos, donde todos podamos acceder a la educación y a un derecho
de bienestar. - ¡Qué desconcierto!
Una última imagen me
revela por qué estoy aquí.
Todo se remonta a que ante el gran avance
tecnológico que estaba sufriendo la población en 2020, un grupo de científicos
decidió crear unas cápsulas en las que se pudiese mantener a un ser humano con
vida durante 10 años. El gobierno, empezó a exterminar a docentes ante sus
negativas a abandonar la educación, por ello, decidieron esconder a 500 de
ellos con la esperanza de que algún día, después de 10 años, pudieran volver a
ejercer su labor en las aulas.
Aparta su mano de mi
frente, y me susurra:
- Ya sabes por qué estás
aquí y cuál es tu función. Tu familia te espera y tu mujer, te informará del
resto. Hay escuelas clandestinas en las que docentes como tú están luchando por
una igualdad de derechos. Ha habido una revolución y parece que las previsiones
son favorables. ¿Contamos contigo?
"La vida es cuestión de pulgadas"
Relato de un profesor clandestino.
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