Año
2030.
La sumisión al sueño.
Ha retenido el 89% del tema 10 “Expresiones
idiomáticas habituales, dichos y refranes habituales”, Idiomas, chino, nivel avanzado
2, y el 78% del tema 3 “Patrones de herencia de caracteres y enfermedades
monogénicas”, Biología, Genética, nivel superior.
Felicitaciones. Preparando para la
desactivación del programa, no se desconecte hasta que escuche la señal. Hoy es
lunes, Èr1 de junio de 2015. Son las siete de la mañana. Buenos días. Piiii…
Abre
los ojos al mismo tiempo que la luz va filtrándose en la habitación, conforme va
sucediéndose la gama de colores de los cristales hasta quedar ausente de tales.
Permite dilatar sus minutos entre sábanas y algodones, complacida ante los logros
conquistados durante la noche. Se levanta para dirigirse mecánicamente a la
ventana virtual. Al encenderla, emergen en la tridimensional pantalla aquellos programas
y espacios predeterminados de primera hora del día.
Resuelta,
elige las noticias de la radio deseando conocer los acontecimientos que siguen
sucediéndose en estos 21 días y 22 noches de cambios. En mayo se habían adelantado
las elecciones estatales frente al descontento general. Dos años habían
aguantado desde las reformas de la Ley del Sueño y sus consecuencias afectaban gravemente
a la sociedad.
En el
2022, comenzaron los progresos científicos para la manipulación del sueño. La
investigación tenía su origen tiempo atrás. Conforme el ritmo de la vida
aumentaba, las personas requeríamos de más y más tiempo, disfrutábamos de la
vida y queríamos seguir haciéndolo. Desde las altas esferas, la rentabilidad y
el emprendedurismo les llevaban a preocuparse por la falta de tiempo. Así pues,
el eco de esta preocupación se extendió reticularmente hasta llegar a los
laboratorios.
Los
primeros resultados satisfactorios se conocieron en 2025, no conocemos el
origen del primer paciente, la noticia se extendió tan rápido que otros países
tenían al día siguiente nuevos resultados mejorados.
En
2026, el 64% de la población disponía de “El transmutador de sueños”. Los
científicos habían conseguido ganar tiempo del único sitio que les quedaba, del
sueño. Las personas se conectaban a un macrosistema que les inducía en un
estadio entre sueño y vigilia donde su conciencia podía adquirir conocimientos
según una serie de categorías y temas.
Nuestras
vidas cambiaron radicalmente, todas las
esferas humanas sufrieron un giro estructural. Los antiguos días pasaron a
llamarse Èr dividiéndose en un día y una noche. El tiempo del día y de la
noche, así como las acciones que realizábamos en cada mitad, distaban tanto
entre sí que no podíamos concebir la antigua unidad.
En el
sistema educativo, hubo una renovación de la metodología. El alumnado iba a la
escuela no para memorizar contenidos, sino para reflexionar sobre ellos. La
interpretación y el debate acerca de la información inducida, los proyectos
interdisciplinares donde cada persona tenía libertad de profundizar en una
parte del proyecto, la producción artística dieron lugar a grandes obras de
literatura, música, arte, teatro,…
En
esta camaleónica sociedad, los docentes se formaron para contrarrestar una
transmisión de conocimientos que encerraba a veces intereses de las empresas
privadas o estatales. Pronto se dieron cuenta de que la conciencia de los
ciudadanos se hallaba en un estado de indefensión durante el sueño, pudiendo
introducir mensajes implícitos en los bloques de conocimiento. En vista de la
nueva situación, los docentes comenzaron a desarrollar la Competencia en crítica
y reflexión del sueño para que los conocimientos inducidos no quedaran como
verdades dogmáticas fuera de toda duda.
El problema llegó con los recortes en
sueños hace dos años. El Estado mantenía que no podía subvencionar los sueños.
De este modo, comenzó a privatizar
aquellas categorías y temas de rango medio y superior. Fue poca la población
que reaccionó en ese momento. No obstante, al cabo de unos meses comenzaron a
hacerse vigentes sus consecuencias. Surgieron los primeros conflictos laborales
y sociales, los ciudadanos con menor nivel económico no podían optar a ciertos puestos
de trabajo y las contadas becas quedaron ahogadas ante la demanda social. Un
año después, las desigualdades se encontraban en todos los ámbitos de la vida. Los
ciudadanos poco a poco se alzaron unánimemente para proclamar sus derechos
básicos: la libertad responsable, la igualdad, la solidaridad, el respeto
activo y la actitud de diálogo.
Hoy,
Èr 1 de junio de 2030, las noticias se extendían como dianas virtuales: el
nuevo gobierno proclama la revocación de las reformas del sueño. Dos años
habían bastado para reducir una sociedad a la desigualdad, ¿cuántos harían
falta para llegar al estado inicial?, ¿cuántos para conseguir una igualdad
real?
Un sonido
emerge de la ventana virtual, silenciando la radio. Una eufórica llamada para
informarle de las noticias que están difundiéndose. “Sí, lo estaba escuchando.
Aún no me lo puedo creer”. La conversación continúa, mientras la mujer se
prepara para ir al trabajo. Una pregunta, la mano en el marco de la puerta. “¿Han
hablado de los acuerdos para subvencionar El manipulador de sueños en los demás
países?” Un silencio. Nada.