Las TIC nos han invadido en pocos años. Las prestaciones y
servicios que proporcionan son en general positivos. Nos ayudan a reducir el
tiempo para la ejecución de trabajos, nos permiten realizar grandes búsquedas de
información que apenas duran unos segundos y nos ayudan a crear exposiciones
más visuales y creativas entre otras muchas cosas. Sin embargo, no debemos
eliminar nuestras antiguas costumbres, más manuales, y sustituirlas
completamente por aplicaciones informáticas. Debe haber un equilibrio entre
tecnología y metodología. El uso excesivo de las TIC puede provocar una
dependencia a la tecnología y una despreocupación de la metodología, lo que
provocaría una enseñanza ineficaz y monótona. Todo uso debe ser moderado y con
unos objetivos bien definidos, ya que muchos profesores utilizan las TIC
simplemente por el hecho de parecer modernos y no les dan ningún uso que
favorezca o implemente los efectos de sus metodologías.
En este sentido, los profesores deben conocer las TIC que
manejan sus alumnos, de cuáles TIC disponen ellos para aplicarlas en sus clases
y cómo utilizarlas de manera eficaz.
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